Las lámpras de henna, tradicionales de marruecos, son una genial posibilidad de decorar tu casa con gusto y dándole un toque rústico del que no muchos pueden presumir. Dan una luz agradable y suave que resulta tentador tanto en el interior como en el exterior. Al estar pintadas con henna, con formas artesanales y a mano, proyectan luz de diferentes colores y formas en las paredes. Están hechas con piel, lo cual provoca la típica difuminación de la luz.
La henna, sustancia con la que están pintadas las lámparas, es una planta típica de áfrica y el sur de asia. Se emplea desde hace siglos para decoración corporal y para teñir el pelo. Las hojas de las plantas se secan, y se machacan hasta formar un polvo muy fino. Este polvo no mancha, pero al mezclarlo con alguna sustancia ácida como limón o té fuerte, colorea con el típico tono rojizo de la henna. El color final que adquiere la piel, el pelo, o la lámpara, depende del tiempo de aplicación. Cuánto más tiempo se deje, más oscuro se vuelve el color.
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